Wednesday, September 27, 2006

Inicio de temporada...

Es curioso como sigo contando los años en función del curso escolar, supongo que es una herencia adquirida después de muchos años dedicados a los estudios, así que hoy empiezo la temporada de conciertos del nuevo año con el concierto de LIARS... ya veremos que tal

Tuesday, September 26, 2006

¿Salas de tortura?


"No quiero ir a otro museo que me entran ganas de tirarlo todo por el suelo, no pienso estar, horas y más horas esperando en una cola. El Museo del Prado, el reina Sofia mil galerias el Palacio de Cristal, ya me he cansado de girar, no puedo dar un paso más.
Me quiero ir, a un mesón, pedir un tinto y una de jamón, oir las voces en una barra, pedir si acaso una de gambas.
Un interminable pasillo me lleva por fin, al último Murillo, mi cabeza va a estallar, por aqui he pasado ya. Voy buscando una salida desesperada no aguanto más las ganas de fumar y suspiro al contemplar un bodegón de Zurbarán.
Me quiero ir a un mesón, pedir un tinto y una de jamón, oir las voces en una barra, pedir si acaso una de gambas...
(bis varios)".
Las Vainica Doble proclaman en la letra de "El Museo" su deseo de irse de tapas y dejar de visitar las obras de arte allí expuestas ¿es esto lo que siente la mayoría de la gente al visitar este tipo de edificios? probablemente sí, para que lo vamos a negar.
Por eso, creo que los museos deben brindar la posibilidad de ir a verlos detenidamente y de decidir qué es lo que uno no quiere mirar. De todas formas, aunque muchos museos han resuelto los problemas de las antiguas galerías pictóricas y colecciones de esculturas, todavía sufren unas limitaciones que son inherentes a cualquier tipo de colección. La obra de arte se instala en un lugar privilegiado, quedando disponible tan sólo para dos categorías de personas: los residentes locales, quienes, por lo general, lo ignoran, y, los turistas, a quienes la falta de tiempo les obliga a hacer incursiones de unas pocas horas, a lo sumo.
Los verdaderos entusiastas del arte lo saben muy bien. De hecho, cuando acuden a un museo, van a contemplar de nuevo o a descubrir no más de uno o dos cuadros cada vez. Y, si los observan con la pasión y la atención que requieren, quedan demasiado exhaustos para ponerse a mirar otros. Por eso los museos deben ofrecer complementos al arte: una cafería, una tienda… No se trata, como creen muchos partidarios del museo-mausoleo, de concesiones hechas a la sociedad de consumo, sino de ideas que permiten hacer un descanso, una pausa. Les otorgan a las visitas más prolongadas el paso adecuado y el ritmo exigido, a la vez que atenúan ese voyeurismo demente que a veces llegan a fomentar los museos.

Friday, September 22, 2006

argumentos punk


El movimiento punk se basó en la polémica. Cuando apareció el primer grupo punk a mediados de los 70 eran jóvenes y estaban enfadados no sólo con la sociedad conservadora y elitista sino también con la burocracia de la industria y la intelectualidad del progressive rock.
Aunque grupos como los Sex Pistols se veían como una amenaza a la sociedad británica por sus polémicas anarquistas contra la monarquía o la crítica al día a día de los cómodos burgueses, el verdadero impacto venía de sus actuaciones. Con sus canciones cortas y melodías simples los punkis hicieron fuertes manifiestos sobre la disciplina musical de la época. Apostaban por un tipo de producción democrática, incluso anárquica; resultaba tan fácil de tocar que cualquiera era capaz de coger un instrumento y unirse.
No tengo ni idea del número de veces que he escuchado el London Calling de The Clash ni el Never Mind The Bollocks de Sex Pistols ...